¿La bomba de calor siempre es efectiva contra el frío?

La eficiencia de la bomba de calor depende de la diferencia de temperatura entre la fuente de calor inferior y superior. En pocas palabras, depende de la diferencia entre la temperatura del suelo o el aire, de donde se extrae el calor, y la temperatura del sistema de calefacción. Para una bomba de calor tierra-agua, calcular esta diferencia de temperatura es sencillo: a una profundidad de aproximadamente 1,5 metros, la temperatura del suelo es siempre positiva, relativamente constante y tiene un valor de alrededor de 7 grados. Sin embargo, si eliges una bomba de calor aire-agua, la temperatura del aire que rodea la bomba puede variar ampliamente. Si la temperatura exterior es de -20 grados, la bomba de calor de aire comienza desde un nivel completamente diferente que la de tierra, ¡una diferencia de temperatura hasta 27 grados mayor! Para una bomba de calor de tierra, el frío exterior no es muy relevante, pero para una bomba de calor de aire, alcanzar la eficiencia deseada puede ser un problema. También es importante considerar la temperatura que se debe alcanzar con la bomba de calor.

Es por eso que enfatizamos tanto que una bomba de calor eficiente es una bomba de baja temperatura. Debería funcionar en combinación con, por ejemplo, un sistema de suelo radiante, ya que la combinación de una temperatura baja del sistema (30-40 grados) con una gran superficie de calefacción, como la proporcionada por la calefacción por suelo radiante, garantiza la temperatura adecuada en el interior. Además, se obtienen facturas de electricidad más bajas, ya que la bomba consume menos energía. Si se intentara calentar el mismo espacio con radiadores tradicionales, el sistema requeriría calentar el agua a temperaturas superiores a 55 grados. Las bombas de calor pueden alcanzar hasta 70 grados, pero esto definitivamente aumenta los costos de calefacción.

En los últimos años, los avances tecnológicos han mejorado drásticamente la eficiencia de las bombas de calor y su capacidad para funcionar en diferentes rangos de temperatura. Entonces, si lees en la descripción técnica que una bomba de calor puede funcionar sin problemas a -25 grados Celsius, es verdad. Sin embargo, los fabricantes han equipado las bombas de calor con resistencias eléctricas para los días extremadamente fríos. Estas resistencias permiten que la bomba de calor funcione en un modo llamado «modo bivalente», en el cual trabaja en conjunto con una fuente de energía adicional convencional para lograr una mayor eficiencia.

La resistencia eléctrica es una de estas opciones.
En la hoja de datos, encontrarás la potencia que la bomba puede generar a diferentes temperaturas.
Esta información es importante y, al cruzarla con los requisitos energéticos de tu hogar, te ayudará a determinar la potencia de la bomba que debes adquirir. También te indicará en qué momento la potencia puede ser insuficiente para calentar tu hogar por sí sola y cuándo es necesario cambiar al modo bivalente. El modo de funcionamiento con soporte adicional.

Es bueno ajustar el punto bivalente en los parámetros de funcionamiento de la bomba de calor, que es la temperatura externa a la cual la bomba comienza a utilizar apoyo. Los diseñadores del sistema de calefacción que utiliza una bomba de calor cuentan con programas informáticos especiales para seleccionar adecuadamente tanto la potencia de la bomba como el momento de transición a modo bivalente. La cantidad de días con temperaturas críticamente bajas durante el invierno es tan baja que, incluso estableciendo el punto bivalente en -5 grados, aproximadamente el 98% del tiempo de calefacción del hogar se realiza de manera independiente con la bomba de calor. Durante el resto del tiempo, la bomba recibe apoyo de otras fuentes. En el caso de nuevas viviendas, esto serían resistencias eléctricas.

Sin embargo, si la bomba va a calentar una casa más antigua que se está renovando, la situación puede ser diferente. En aquellos lugares donde anteriormente funcionaba una caldera de gas o de aceite, se recomienda diseñar el sistema de calefacción de manera que, cuando la bomba alcance el punto bivalente, la caldera existente apoye a la bomba. Si se trata de calderas con encendido automático, la automatización hará que comiencen a funcionar sin necesidad de intervención adicional de tu parte.

Los controladores inteligentes incluso tienen la función de utilizar la información ingresada en el programa sobre los costos unitarios de electricidad, gas o aceite, y en función de eso deciden qué dispositivo debe calentar la casa y el agua en un momento dado. La opción más económica es la ganadora.

No vale la pena, e incluso está prohibido, instalar una bomba de calor sobredimensionada pensando que es mejor tener una reserva de potencia. Esto se volverá en tu contra.

En primer lugar, los precios de las bombas aumentan proporcionalmente a su potencia nominal. Una bomba sobredimensionada no aprovechará sus parámetros la mayor parte del tiempo, por lo que es una pérdida de dinero invertido. Es mejor destinar esos fondos a un buen control automatizado para complementar cualquier falta de potencia en días fríos mediante un modo de funcionamiento de bomba bien controlado y bivalente.

En segundo lugar, una bomba sobredimensionada tendrá un ciclo de encendido y apagado irregular y demasiado frecuente. Esto es perjudicial para el compresor, lo que aumenta el riesgo de averías y un desgaste más rápido de la bomba.